domingo, 16 de diciembre de 2012

Frío, te siento perfecto

Frío, te siento perfecto.
El contraste de tus dedos
contra mi piel templada
estremece cada pedazo de mi alma.

Y tus témpanos de hielo
muerden mi cuello con dientes
en la fina y elegante soledad
de tus brazos tranlúcidos.

En el vacío de la oscuridad
cubre de besos mi espalda
dejando caer la humedad 
de tu lengua sobre mi columna.

A veces, incluso, me permites
entrever tus ojos, mientras
aprisionas a mi cuerpo frente al suelo
con una de tus poderosas manos.

El sentir tu aliento susurrando
palabras sin voz en mi boca
y las cadenas de tu garganta
rozando mis párpados me seduce.

Tu cuerpo se convierte
en una tentación inalcanzable,
gracias a las férreas cadenas
que mi propia mente ha impuesto...

Simplemente muero bajo tus caricias
retorciéndome al mismo son
con mi mente dando apodo a tus rizos
y mis labios gritando tu nombre.