jueves, 22 de marzo de 2012

Yeah

   Un día vago y funesto, repleto de esfuerzos inútiles en un mar de incomprendidas olas púrpuras, despierto una vez más ante tu recuerdo aún clavado en mi corazón. Busco tus ojos en mi mente que partida por mil rayos de dolor te busca.
   Otra hora más que he soñado que estás a mi lado, hablando conmigo y abrazándome, consolando a mi instinto como hacías antes de todo. El fuego, endulzado con hiel, marcará mi espalda de forma cruel y perfecta.
   Así te acogeré en mi mente y alma, deseando rozar tu piel y escrutar tu cuerpo, que perfecto se alza ensombreciendo a la luna que envidiosa te guarda. Mas cuando el sol se alce las nubes no empañarán el camino, pues verán en tu destino la gracia y el valor que un día a mi vino de tus manos.
   Ojala pudiera mostrarte lo que te añoro y las ganas de llorar que me dan cuando pienso en ti. Sigo queriendo llevar tus alas y no dejo de trabajar en ellas, que hoy de nuevo han tomado un nuevo cuerpo.
   Quiero escribir tu nombre en cada resquicio de mi piel para no olvidarte y sentirte otra vez conmigo, en lo que es un acto desesperado. Como siempre te veo y no te alcanzo y, como no, mis ojo sangran ante la realidad que se les abalanza.  
   Te echo de menos Gandote... 

21/03/2010

viernes, 16 de marzo de 2012

Delirio de Amor

Eres tú mi merito más agradable. Poco a poco rocé tu figura con acuarela y pincel, para ir creando tu silueta deforme durante horas. He disfrutado con tu compañía y anhelo. He adorado tu imagen durante horas muertas en las que mis párpados me traicionaban y se cerraban. Deseaba admirar cada uno de tus puntos y cada una de tus líneas, pero de mala forma ellos me lo impedían.
Mis ojos rasgados no pueden dejar de recordarte y humedecerse mal heridos bajo tu luz. Quiero verte más de cerca, quiero rozar tu brillante piel, hasta ahora inalcanzable. Ni en mis mejores sueños te vi, mas fue ese segundo en el que caí bajo tu embrujo persistente. No dejo de pensar en tus ojos y en tu oscura tez.
Mis ganas son irrefrenables y torpes, pero no imaginas el dolor que ensarta mi corazón bajo tu reflejo maldito. Te creces por segundos en mi interior y no puedo olvidarte más de un minuto. Necesito volver a verte una y otra vez admirando tu silueta caminando por un lodazal de barro insinuante, mientras las espinas de tu alma me hieren cada vez              más.
No puedo. No aguanto. Recordarte es el mayor sufrimiento jamás acaecido. Rozar tu piel, besar tus labios y mirarte largamente es lo único que requiere mi instinto para seguir con su loca cordura...

jueves, 8 de marzo de 2012

Maldita mi estampa.


Maldita tu voz dulce que me impide pensar.
Malditos tus ojos que no me dejan escapar.
Maldita mi suerte de no poder olvidar.
Malditos mis sentidos que no sé controlar.

Distingo el rugir de una guitarra y poco más
atado en mi garganta, el sonido, lo guardo,
mientras sigo esperando no esperar,
soñando con no volver a imaginar.

Maldito mi fantasma triste en el espejo.
Malditas mis ganas de luchar
Maldigo, ahora, mi ahorcada vida,
por necesitar más y más y no querer ná.