lunes, 14 de enero de 2013

Destructor

Mientras este cigarro, pútrido y atenazador, se cosume entre mis labios negros, las lágrimas vuelan hasta el dulce papel, emborronando la tinta.

Un líquido rúbeo, que emana de mis dedos cortados, mancilla mi fiel y dorada pluma de cuervo en busca de consuelo.

Y es que el sucio viento de tus palabras rasga y destroza lo poco que queda intacto de mi alma. Y créeme que es una tortura. Cuando mi corazón late lo paras. Cuando lo detienes desapareces... Y cuando desapareces me lo arrancas...

En el espejo de mis ojos sólo se refleja una palabra y está rayada por mis propias uñas. DOLOR, escrita en mayúscula y con restos de sangre...

Y tras estas letras existe un vacío profundo. Una espiral sin fin, de donde escapan los demonios que se acurrucan en mi cama.

¡Desaparecer necesito!

Pero... Observa... Un nuevo amanecer...

viernes, 11 de enero de 2013

XV AN



   Otras noche más… Mis párpados han olvidado como cerrarse y el sueño no sabe encontrarme. La imagen de tu mirada se presenta ante mí, volando a mi alrededor sin dejarme ver más allá.
   Confunde todos mis sentidos mientras me ahogo en tu pureza. Me mata y revive a cada instante, cuando mi corazón cae como ceniza en el mar de tus manos.
   Ya no sé moverme, ni respirar… Me asfixio en el no sacar valor para decirlo y en el hecho de saber que me estamparé de bruces si lo intento. No recuerdo lo que es verte sin que mi alma se arroje a un pozo de mármol sin cuerda ni cubo. Se aferra a tu piel, como si tuyas fueran tus manos, y no puede soltarte.
   Pero cada vez que se hunde en ese agujero, la carne se desgarra por el ácido de la locura… Lentamente… Para sentirte hasta el final… Para ahogarse con una sonrisa… para desaparecer con el recuerdo de tu voz susurrando mí nombre…