domingo, 25 de septiembre de 2011

Improvisación

Estoy cansada y no debo estarme quieta. Estoy dolida y no quiero mostrarlo. Estoy loca y no trato de ocultarlo. Siendo un ser frágil, como soy, poco inteligente y demasiado instintivo, no consigo saber qué soy ni qué he de hacer, pero eso no me importa. En mi cabeza tengo grabadas mis metas, con sus victorias y sus derrotas, y no consigo abandonarme.

¿Qué eres?
Un ente con un objetivo fijo que se aleja cada vez más.

¿Qué he de hacer?
Lo que crea correcto en ese momento.

Y en este momento Debo decirte a tí mi único seguidor que no estás sólo. Ya te lo dije y no me escuchas, pase lo que pase voy a estar contigo y te voy a amar igual que aquel 15 de noviembre. No necesito nada más pa seguir y necesito que estés bien para estarlo yo. No te puedo pedir imposibles, pero te ofrezco mi ayuda, al igual que tú me la ofreces a mí.
Yeven, déjame ayudarte, por favor.

El frío día de Verano


   Qué gratificante resulta sentir ese helor surcando mi piel ardiente y oír cómo la lluvia la golpea y se desliza por ella hasta caer al suelo desde mis dedos.
   Imagina cuán hermoso es verla caer ante tus ojos, como débiles estelas plateadas y frías, capaces de calmar mi alma inquieta. Sentir cada gota resbalar por tu rostro, jugar con tus párpados y burlarse de tus labios.
   Y esa sensación rara y agradable que produce al empapar mi ropa, mientras cae simulando ser hielo líquido entre mis pechos, para volver a perderse. Cuando riegan agresivamente mis piernas desnudas, resbalando y empapando mis pies a cada paso.
   Así notas el cabello pesado y lo observas de reojo viendo nacer y morir las suaves gotas de nervioso cristal.
   Hasta que ese fragor te reclama. Ese sonido que tanto te acongoja el alma. Un ruido que te pierde y abandona. Atronador, molesto y fugaz… Terrorífico…
   El estruendoso sonido de tu propia voz susurrando tu nombre en un alarde demente y poco juicioso

jueves, 1 de septiembre de 2011

Trazos en papel

Simples lineas mal dibujadas que guardaís parte de mi ser, en un barato papel manchado de sangre...
Sólo sois eso, tristes trazos en un papel cruzados sobre vosotros mismos, nada más para otros. 
No os equivoquéis, yo no soy esos "otros", os entiendo. Simbolizais mucho pese a vuestra simpleza y sombriedad.
Encerráis mil cosas en cada una de vuestras curvas, en cada uno de vuestros cruces. Poseés, tambien, una belleza extraña e incomprendida en cada una de vosotras.
Llenáis mi alma con ese sentimiento tan arduo y furtivo. . .  Como una vez me confesó mi añorado felino de ojos verdes "No serás ·na· en esta mierda de mundo, pero para mí lo eres todo".
Y aunque, realmente, no lo sois todo sí que significais mucho para mí.¡ Qué importa el resto! "Os aprecio por lo que sois, no por lo que otros quieren que seáis".