viernes, 16 de marzo de 2012

Delirio de Amor

Eres tú mi merito más agradable. Poco a poco rocé tu figura con acuarela y pincel, para ir creando tu silueta deforme durante horas. He disfrutado con tu compañía y anhelo. He adorado tu imagen durante horas muertas en las que mis párpados me traicionaban y se cerraban. Deseaba admirar cada uno de tus puntos y cada una de tus líneas, pero de mala forma ellos me lo impedían.
Mis ojos rasgados no pueden dejar de recordarte y humedecerse mal heridos bajo tu luz. Quiero verte más de cerca, quiero rozar tu brillante piel, hasta ahora inalcanzable. Ni en mis mejores sueños te vi, mas fue ese segundo en el que caí bajo tu embrujo persistente. No dejo de pensar en tus ojos y en tu oscura tez.
Mis ganas son irrefrenables y torpes, pero no imaginas el dolor que ensarta mi corazón bajo tu reflejo maldito. Te creces por segundos en mi interior y no puedo olvidarte más de un minuto. Necesito volver a verte una y otra vez admirando tu silueta caminando por un lodazal de barro insinuante, mientras las espinas de tu alma me hieren cada vez              más.
No puedo. No aguanto. Recordarte es el mayor sufrimiento jamás acaecido. Rozar tu piel, besar tus labios y mirarte largamente es lo único que requiere mi instinto para seguir con su loca cordura...

1 comentario: