miércoles, 8 de febrero de 2012

Revoltoso


Suculento rostro de niño
Tachado por la madurez,
De carnosos labios rosados
Nunca inmóviles, siempre tiernos.

Invaden mi alma tus ojos
Despiertos y castaños,
Con esas lascivas miradas
Preparadas para arrancar un suspiro.

Con tu grave y tranquila voz,
Capaz de sosegar a un fiero dragón,
Despiertas en mí la lujuria,
Algo de paz y un poco de amor.

Ojala y simplemente fuera cierto
Alguna palabra de estos viejos versos.

1 comentario: