sábado, 2 de febrero de 2013

Un mar en calma

   En este dia, en el cual las energías me han abandonado, el mar se funde en armoniosa perfección con el cielo gris en el horizonte.
   Es extraño, hermoso, atrayente y relajante... Siento una profunda paz en mi corazón, tras el amargo vacio que me ata.
   Mientras tanto, sus ojos vuelan hasta mí, en una imagen translúcida que anegan mi mente como gotas de rocío.
   No sopla ni una brizna de viento... Sentada sobre la arena mojada, con los cascabeles que cuelgan de mi pelo totalmente inmóviles, escucho el lejano rumor de un mar en calma. Las olas me llaman... Podría ser...
   Las suaves aguas me rodean sin llegar a rozarme y su mirada se hunde bajo su sal. Me acerqué a aquel delirio marino, obligando al agua a humedecer mi piel hasta alcanzar el lugar donde habían desaparecido apuellas preciosas joyas.
   Los veía, bajo el mar, observándome fijamente. Dejé que las aguas me tragasen sin dejar de verlos... Hundiéndome con ellos y en su vivaz esencia...

No hay comentarios:

Publicar un comentario