martes, 25 de octubre de 2011

El Sueño

   Después de horas dando vueltas contra las suaves sábanas, oprimida por sus propios pensamientos, el dolor de cabeza es lo único seguro de su estado. Duerme, como si una esquelética mano de huesos cerrara sus ojos ojerosos y cansados. Y como un manto de estrellas vacías, el espantoso sueño aflora, en un alarde de locura tan acostumbrado en su mente.
   Se ve a si misma tumbada sobre unas telas de color marfil y textura de angustias enferma y débil. Una suave luz, procedente de ninguna parte, enfoca tenuemente la habitación, que carece de puertas o ventanas. Más horrorizada, aún, queda cuando recuerda los dibujos y recortes pegados en la pared y observa que todos y cada uno de ellos están en su sitio.
   Su “Yo” del camastro comienza a toser y la sangre brota de sus labios y las lágrimas de sus ojos. Ella tiembla, y busca ayuda desesperada, en la habitación cerrada. Al no encontrar nada ni nadie, se arrodilla y limpia con la manga de su camisa, blanca, limpia la rúbea sangre que mancha su propia piel, en un mismo cuerpo, que a la vez es distinto.
   Por último, antes de despertar, ella se mira desde la cama y le suplica ayuda con voz dejada. A lo que ella se responde:
   -May… ¿Tan mal estás? ¿Tan mal estás, que en tus propios sueños te ves así? May… ¿Cómo puedo ayudarte? – pero su propia respuesta es siempre una petición de ayuda sin sentido.
Continuará…

2 comentarios:

  1. por cierto me diste envidia y me hice yo tb uno XD echale un ojo cuando puedas
    http://caothicmind.blogspot.com/

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